Fragmento del trabajo ganador |
Llevo tal retraso con el repaso de los trabajos de la última edición que he decidido esperar a publicar mis reseñas coincidiendo con el anuncio de la siguiente, la de 2019 y 5ª en total. La intención es animar a la gente a participar; mis opiniones desechables son lo de menos.
El recopilatorio de Un dungeon en una página 2018 y toda la información respecto al concurso se puede encontrar en el nunca suficientemente recomendado blog de Bastión Rolero.
Ahí vamos:
El sitio, por Jorge Moreno Higuera
El ganador de la edición. Mapa a página completa, profusamente ilustrado y coloreado. Te atrapa al primer vistazo. El texto es suficiente para ponernos en situación y dar opciones de desarrollo.
Solicitud de expulsión, por Joan Sallent
2º puesto. La ilustración es magnífica y casa perfectamente con la ambientación de cuento fantástico del trabajo, que además está escrito a modo de relato. Una aventura original con un punto de vista diferente, nunca mejor dicho.
La Cueva de los Trasgos, por Alfonso Hidalgo
3er puesto. Ilustración a toda página, como nos gusta. Muy detallado, muy bien coloreado y descrito en forma de poesía (con mayor o menor acierto). El autor se ha superado respecto a pasadas participaciones. A destacar que es la única persona que ha participado en las cuatro ediciones (recordemos que a Eneko Menica lo ficharon de juez).
El Templo de Pandora, la Medusa Solitaria, por César Jara Encina
Seguimos con algo más convencional. Presentación correcta, con su texto en columnas y su plano hecho con un generador de mapas. Nada que objetar. La mazmorra en sí puede ser más o menos típica y más o menos lineal aunque el autor se esfuerza en que no sea un entro-mato-saqueo sin más.
Batida en el túmulo de los reyes sin nombre, por Daniel Pérez Malverde
El mapa está guay. La presentación es simple, sin florituras. Le falta chicha, ya que la mazmorra es lineal y con poco contenido. Que tampoco es cuestión de llenar el mapa con encuentros, como hacen algunos participantes, pero se queda algo corto.
En lo profundo de la memoria, por Ana María Trujillo
Está mal montado. Las tablas tapan el mapa, lo que es una pena porque está bien. Quizá por eso me costó ver de primeras la forma de cabeza. En general da la sensación de apresurado, aunque cabe mencionar que es de las pocas personas que han participado en 3 o más ediciones, y eso también tiene su mérito.
La Guerra de Distritos, infinitas aventuras en la ciudad mercante de Torin, por Hans Hansen
Se nos presenta una ciudad con sus distritos, gremios y grupos de poder. Aspecto simple, mapa correcto aunque algo difuso. Es una localización bastante general, con algunas semillas de aventura.
Hermandad maldita, por Azrael Arocha
Utiliza un mapa tridimensional, generado por ordenador, detallado y resultón. Tiene un tema bien integrado y el desarrollo es distinto a lo habitual, aunque tuve que leerlo varias veces para entender en qué bando está cada cual.
La biblioteca infinita, por Arnau Gómez Farell
Llamativo cuanto menos. El mapa es un trozo de papel pintado con rotuladores de colores. Limpio y bien organizado. Me da la sensación que este tipo de mapas infinitos o en bucle pueden llegar a hacerse cansinos.
La cripta de Bahiti, por Sergio Cotelo
El mapa es poco más que una foto de fondo con unos dados. Un poco cogido por los pelos, pero representa exactamente cómo funciona el mapa de la mazmorra. Lanzando varios dados sobre una hoja de papel se generan las salas, la distribución y su contenido. Una mecánica muy interesante y muy aprovechable, aunque los contenidos aquí expuestos igual no sean los más originales. Presentación sencilla y elegante.
La tumba de Ramarion, por Gabriel Núñez Mariosa
Por el título me esperaba otro plano de cripta pero no, en este caso se trata de un gran cementerio. La presentación es simple, abarrotada y casi sin márgenes, pero el mapa está bien, con personalidad. La premisa es original y se puede adaptar a varias ambientaciones.
Origen, por David F. Fernández
Me gusta pensar que el mapa quedó bonito. ¿No?
Uno, por YGGA & I. de los Reyes
Fuera de concurso, no sé si por el mapa “conceptual” que utiliza o por qué motivo. La presentación es muy elegante, formando las dos columnas de texto las paredes del pozo. La aventura en sí me genera muchas dudas. ¿Por qué querrían bajar los PJ al pozo? Sobretodo sabiendo que no se puede volver atrás y que además, si lo he entendido bien, hay un 50% de probabilidades de morir al saltar cada cornisa.
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